martes, 25 de agosto de 2015

TODO ACERCA DE LA FAMILIA: COMPOSICIÓN E HISTORIA




Por Le  Bon Prof


La familia: su  definición



Lo primero que hemos escuchado acerca de este núcleo primario es que se trata de "la base de la sociedad humana". Y aunque sea ya un lugar común el afirmarlo, no hay nada más cierto que esta aseveración, pues mucho de lo que representa cualquier comunidad de hombres puede ser explicado y analizado con el fundamento de esta estructura primordial. La familia es de primera importancia  y merece  nuestra completa atención, por ser en toda forma de organización colectiva posible el primer agente de socialización de los individuos.

Tu libro de texto de la SEP  menciona lo siguiente: En términos generales, una familia es un conjunto de personas que convive bajo el mismo techo. Está constituida por una serie de personas que juegan una serie de roles fijos (padre, madre, hermanos, etc.) dados por los vínculos consanguíneos o por un modo de existencia económico y social común. Además, este grupo genera relaciones afectivas que unen y aglutinan a sus miembros.

De la definición anterior, y también de tu experiencia personal , podrás  entender con facilidad que una familia no se cimenta necesariamente en los lazos de sangre, sino también en la afinidad y el cariño entre sus miembros. Es por esta razón  que ofrecer una denotación de ella como "la unión de un hombre y una mujer" resultaría un concepto limitado.



Algo de historia...

 

Una de las primeras organizaciones sociales del hombre, durante la Edad de Piedra, fue la llamada horda. Se trataba de un grupo nómada  que no alcanzaba los cien individuos, donde se resolvía todo asunto  por la violencia y existía la promiscuidad sexual entre todos sus miembros, sin reconocer enlaces matrimoniales ni respetar siquiera los lazos de sangre. 
 

Como tal esquema generaba demasiados problemas, no pudo sostenerse y la sociedad evolucionó entonces hacia formas como los clanes, donde se reconocía a los antepasados y se cimentaba el parentesco de los miembros, que sentían  fuertes lazos de familia, y respetaban  los vínculos consanguíneos, eligiendo pareja solo fuera del núcleo tribal. Estamos ya aquí frente al primer modelo de lo que reconocemos socialmente como familia.

Mientras las colectividades fueron nómadas, hubo en  estos primeros núcleos una clara necesidad económica y material para formar las familias: división del trabajo: los hombres cazaban, enfrentaban los peligros y combatían a los intrusos; mientras que  las mujeres recogían frutos y se encargaban de cuidar a la descendencia y mantener los albergues provisionales. Algunas de estas sociedades practicaban la poligamia (un hombre podía tener más de una esposa); otras la monogamia (una sola mujer).

Con la sedentarización y el surgimiento de las primeras civilizaciones, las familias se basaron  en enlaces  socialmente reconocidos donde se daba la procreación, se podía  heredar legalmente los bienes del hogar a los descendientes; y  se seguía  asignando papeles clásicos: el padre (proveedor), la madre (vigilante del hogar).



Con algunas variantes según la cultura de la que se hable, este cuadro se siguió utilizando por siglos. Cabe mencionar que ya existía más que razones materiales, como supervivencia y conservación legal  de propiedades, para fundar una familia: se llegó incluso a santificar el lazo por medio de ritos religiosos, alegándose razones sagradas para tal  unión, sobre todo en el contexto del judeo-cristianismo.




La influencia todopoderosa de la Iglesia en los países europeos, y más tarde en sus colonias acentuó  el revestimiento sacro del matrimonio. Tal situación se mantendría hasta que las revoluciones del pensamiento lograrían hacer de la unión nupcial un contrato secular, donde los motivos religiosos y el amor y cariño serían a discreción de los contrayentes. Este es el criterio que tenemos hoy día en nuestra sociedad para fundar una familia.






La familia: sus tipos



Terminada nuestra perspectiva histórica, ahora pasaremos a estudiar los esquemas existentes de uniones familiares en el ámbito de nuestra cultura.


1. Familia nuclear

 

Se trata del cuadro predominante en nuestra sociedad, aquello que  prácticamente todo el mundo entiende por "familia": la unión de un hombre (el padre) y una mujer (la madre), ya sea formalizada o no por el matriminio,  con hijos naturales o adoptados,  o sin ellos (el concepto se entiende más cuando existe alguna descendencia), que hacen vida en común en un mismo espacio.


 En la mayoría de las familias nucleares se ha asumido por generaciones  un patrón de "familia tradicional", es decir aquella donde los papeles están bien establecidos:


  • El esposo es la cabeza visible  de la familia,  aquel que desempeña la labores rudas, el proveedor y sostén del hogar.
  • La mujer realiza la función de criadora de la descendencia; vigila los espacios domésticos, los mantiene limpios y ordenados; se encarga también de preparar los alimentos y administrar la economía del hogar.


No obstante, resulta evidente que este paradigma clásico se ha tenido que quebrar, pues no son pocas las familias nucleares donde ante una precaria situación económica, la mujer ha tenido que buscar una plaza laboral para contribuir al sustento. Del mismo modo, no son infrecuentes los casos en que el padre deja de cumplir con sus obligaciones, y es suplido en ellas por su cónyuge.


2. Familia monoparental

 

Es un tipo especial de familia nuclear, donde uno solo de los progenitores se encarga  por sí mismo  del cuidado de la descendencia y administración del hogar.


Cabe señalar que en los hogares monoparentales se da siempre la ausencia permanente de uno de los padres, por los motivos que sean (abandono o divorcio), y la dependencia económica, o de otro tipo, de los hijos. En nuestro país es común referirnos a estas familias como de "mamás o papás solteros".



3. Familia extensa

 

Es bien sabido el hecho de que en países como el nuestro las familias de antaño  solían ser bastante numerosas en prole, y que además cohabitaban bajo un mismo techo no solo los progenitores y su descendencia, sino también otras  personas.


 Estas son las llamadas familias extensas o extendidas, y su complejidad puede resultar grande, ya que  el hogar puede estar conformado por los cónyuges  y sus hijos, así como miembros de generaciones atrás, como abuelos o bisabuelos; o tíos y tías; sobrinos, primos; parientes políticos o miembros por adopción,  y hasta las parejas o esposos de los hijos del núcleo primario, con su respectiva descendencia...

En México  aún existe este modelo, sobre todo en áreas rurales donde se conservan antiguos usos y costumbres; pero también en grandes ciudades, aunque vaya en retroceso debido a fenómenos sociales como la planificación familiar y la migración, tanto interna como externa.


4. Familia homoparental





Este modelo familiar relativamente reciente en nuestro país,  se da cuando una pareja o matrimonio homosexual decide constuir un esquema de familia nuclear, ya sea con hijos que han  engendrado de una relación anterior, o bien que han logrado concebir (caso de las mujeres) con métodos de reproducción asistida, o simplemente por adopción.

Aunque en algunas Entidades de México ya se reconoce esta unión legalmente y por consiguiente el derecho de ella a adoptar niños y formarlos, el patrón está siendo fuertemente cuestionado sobre su moralidad y eficacia desde ciertos sectores conservadores de la población.


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