viernes, 4 de septiembre de 2015

LAS TEORÍAS EVOLUTIVAS


 Por Le Sage

Tema del M17











Ya en un apartado anterior te hemos hablado acerca de las diferentes teorías que han  intentado  explicarnos el origen de los seres vivos en la tierra. Ahora en esta entrada conocerás los principales planteamientos que han pretendido dilucidar cómo a partir de las formas más primitivas de vida sobre el planeta ha surgido toda la fabulosa diversidad de organismos que pueblan hoy su superficie, incluida nuestra especie, por supuesto.


1. CREACIONISMO Y FIJISMO

 


Por mucho tiempo se sostuvo la idea de que uno o más seres de inteligencia suprema, todopoderosos y superiores habían sido los responsables de hacer surgir la vida en este mundo a través de un acto de "creación". En el contexto del judeo-cristianismo tenemos el texto sagrado conocido como Biblia, donde en su libro primero, el Génesis, se nos relata tal acto de creación por un dios único llamado Jehová en estos términos:

  1. Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
  2. Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
  3. Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
  4. Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así.
  5. E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.



 Según esta visión religiosa, las especies tanto de plantas como animales tendrían que mantenerse inmutables en el tiempo, pues habían sido creadas de una vez y para siempre perfectas y producirían siempre "según sus géneros". Podemos decir entonces que el creacionismo bíblico excluye para siempre la idea de cualquier idea de cambio o transformación natural en cualesquiera de las especies de seres vivos. Tal  noción se considera hoy dogmática y carente  de valor científico.


Posteriormente algunos científicos ilustres sostuvieron un punto de vista conocido como fijismo, el cual buscaba ser compatible con el Creacionismo bíblico al reafirmarse en la idea de que las especies se han mantenido sin cambios a través del tiempo, tal como fueron concebidas por su Hacedor. Entre los sabios que defendieron tal sistema se encuentran Carlos de Linneo (padre del sistema de clasificación binomial), y el naturalista francés Georges Cuvier, quien ante la existencia de fósiles que probaban la existencia de formas de vida extintas en el pasado, respondió con la teoría del Catastrofismo, la cual en esencia aseveraba que tales formas antiguas habían perecido a causa de grandes cataclismos del pretérito.


 2. EL EVOLUCIONISMO


Asumiendo un criterio positivo y contrario al Crecionismo o Fijismo, llamamos Evolucionismo al conjunto de las teorías científicas que buscan explicarnos la realidad y gran diversidad de las especies presentes como consecuencia de los cambios o transformaciones ocurridas en el pasado en algunos prototipos ancestrales de las mismas. Tales teorías se basan en la evidencia de fósiles, pruebas genéticas y otros métodos para ofrecernos una ilustración adecuada de los fenómenos del cambio.

Repasemos algunas de las más ilustres de estas teorías evolucionistas conforme han surgido en la línea del tiempo.


 A. TEORÍA DE LA HERENCIA DE LOS CARACTERES ADQUIRIDOS: LAMARCK


 
El científico francés Jean Baptiste Lamarck fue el responsable de la formulación de la primera teoría evolucionista. Observando pacientemente numerosos fósiles de rocas antiguas de la tierra, notó que en ellas  se pasaba de formas de vida elementales a otras de mayor complejidad. Tales modificaciones eran incompatibles con la idea del Fijismo, por lo que a su teoría se la ha conocido como Transformismo.

Lamarck redactó un texto muy importante: Filosofía zoológica. En él se condensaba la idea de que las manifestaciones  de vida más simples se habían convertido  en otras más elaboradas debido a la  existencia de numerosos cambios en las condiciones de clima y  ambiente; lo que a su vez impulsó la modificación de los hábitos o costumbres de la especies, y esto finalmente generó  transformaciones en la estructura y organización de los seres vivos. Esto se resume en el enunciado: la función determina el órgano.

A los postulados de Lamarck también se los conoce como Herencia de los caracteres aquiridos,  pues afirmó que tales modificaciones sufridas por los individuos eran transmitidas directamente a sus descendientes


El ejemplo clásico de su aseveración es el del cuello de la jirafa.

No son los órganos, es decir, la naturaleza y la forma de las partes del cuerpo de un animal, los que han dado lugar a sus hábitos y a sus facultades particulares, sino que por el contrario, sus hábitos, su manera de vivir y las circunstancias en las cuales se han encontrado los individuos de que proviene, son los que con el tiempo han constituido la forma de su cuerpo, el número y estado de un órgano, y las facultades, en suma, de que goza. […] Se sabe que este animal [la jirafa], el más alto de los mamíferos, vive en el interior del África, donde la región árida y sin praderas le obliga á ramonear los árboles. De este hábito, sostenido después de mucho tiempo, en todos los individuos de su raza, resultó que sus patas delanteras se han vuelto más largas que las de atrás, y que su cuello se ha alargado de tal manera, que el animal, sin alzarse sobre las patas traseras, levanta su cabeza y alcanza con ella a seis metros de altura.

Digamos que según la visión de Lamarck, los antepasados de las jirafas serían herbívoros con cuellos  mucho más cortos que los actuales. Debido a los cambios mencionados, como sequías, el follaje de los árboles iría escaseando en las partes bajas de los mismos y solo se hallaría disponible a mayor altura. Los individuos tendrían  por consiguiente que haber hecho un esfuerzo de estiramiento del cuello a fin de procurarse el alimento. Este hábito sostenido engendraría entonces  con el tiempo una mayor longitud de este miembro, característica que se iría transmitiendo de generación en generación hasta alcanzar las proporciones actuales.


Actualmente está teoría se ha desechado, pues esta comprobado que solo se pueden heredar características codificadas en los genes. Una persona, por ejemplo, podría pasar a sus hijos el color de ojos, el matiz de la  piel,  la forma de la nariz, etc; pero no el tono muscular adquirido en actividades deportivas, ni algunas cicatrices. No obstante  aleguemos en su favor que sentó una base de gran importancia para las posteriores teorías evolucionistas, al considerar la enorme influencia de los cambios ambientales en la transformación de las especies.



 B. TEORÍA DE LA SELECCIÓN NATURAL: DARWIN-WALLACE


Charles Darwin fue un naturalista inglés que inició su aventura a bordo de un barco llamado Beagle, con el cual recorrería el mundo por espacio de cinco años. Tal viaje supondría para él toda una revelación: la observación de gran variedad de especies en una buena cantidad de regiones del planeta alimentó sus especulaciones acerca de las transformaciones de los seres vivos. 

Darwin propondría la teoría clásica de la evolución, conocida como Evolución por  Selección natural, en un libro llamado El origen de las especies (al también británico Alfred Rusel Wallace se le adjudica hoy la misma idea darwiniana).

Este nuevo planteamiento partiría desde luego de las ideas de Lamarck, pero igualmente se nutriría de las afirmaciones de otro célebre inglés, el economista Thomas Malthus, quien en su obra An Essay on the Principle of Population (Ensayo sobre el principio de la población) declara:

Cuando no lo impide ningún obstáculo, la población va doblando cada 25 años, creciendo de período de período, en una progresión geométrica.
Los medios de subsistencia, en las circunstancias más favorables, no se aumentan sino en una progresión aritmética.
Es decir, que en las poblaciones que crecen de modo natural siempre habrá una batalla por la conservación.
 
Darwin llamó Selección Natural a su mecanismo evolutivo por ser análogo al proceso de selección artificial, donde los criadores de animales consiguen especímenes con ciertas características deseadas por la elección de los progenitores con tales rasgos. Solo que en  la Selección Natural se habla de poblaciones en estado silvestre sometidas a la influencia del ambiente,  en que solo determinados individuos con algunos rasgos adaptativos lograrán sobrevivir y reproducirse.
Veamos los puntos básicos de la Selección natural.
  • En una determinada población silvestre de plantas o animales hay variaciones entre los individuos: no todos son iguales, unos pueden presentar, por ejemplo, mayor tamaño o habilidades especiales que los diferencian del resto, etc. Tales variaciones se pueden pasar de generación en generación
  • Los individuos de una población tienden a reproducirse a un ritmo que genera mayores individuos de los que las circunstancias del ambiente y recursos de sustento podrían tolerar. Se establece entonces una competencia entre ellos por alcanzar los medios de subsistencia, la llamada lucha por la existencia.
  • Los organismos que posean ciertas características ventajosas mejor adaptadas a las condiciones del ambiente, serán aquellos con la mayor probabilidad de sobrevivir y tener descendencia; aquellos que no cuenten con estos rasgos, desaparecerán inevitablemente.
  • De modo ininterrumpido y gradual las especies irán cambiando con el tiempo 

Será muy interesante ahora retomar el ejemplo de Lamarck del cuello de la jirafa e intentar explicarlo a la luz de la teoría darwiniana de la Selección natural. Digamos que en cierta región del planeta había inicialmente una población de jirafas cuyos cuellos variaban en tamaño según los individuos:unos lo tenían excepcionalmente largo, y otros reducido.  Todos se alimentaban de las hojas  en la copa de los árboles. Cuando las hojas de la parte baja comenzaron a escasear, no todos los miembros  pudieron acceder ya a su sustento; solo aquellos que por su configuración contaban con un cuello más alargado lo hicieron. Estos lograron subsistir y procrear nuevos individuos que heredaron esta característica especial; el resto- los cuellicortos- se extingueron. Poco a poco la jirafa fue adquiriendo el tamaño del cuello por el que la conocemos ahora.


La desventaja de este enfoque fue que Darwin ignoraba lo que hoy sabemos acerca de la genética, conocimiento que en última instancia nos revela el modo en qué surgen las variaciones y otros elementos que reafirman la Selección natural. Por esta razón  sus explicaciones de la evolución presentaron muchas lagunas e interrogantes que solo han estado  siendo llenadas con los posteriores descubrimientos científicos.


C. TEORÍA SINTÉTICA: NEODARWINISMO

 

A la teoría de la Selección natural solo le faltaba responder a ciertos cuestionamientos para constituirse en la explicación más sólida acerca de la transformación de las especies: ¿cuál es la fuente de la variabilidad?, ¿cómo se transmiten las características por herencia de padres a hijos?, ¿qué son los genes y dónde se encuentran?

Las respuestas vendrían de la mano de algunos descubrimientos científicos trascendentes. 

Primero, el monje austriaco Gregor Mendel realizaría una serie de experimentos con plantas, que servirían para demostrar que algunas características genéticas de los individuos eran dominantes sobre otras, y que  había leyes para la transmisión de tales rasgos.


Luego vendría el genetista estadounidense Thomas H. Morgan a efectuar una grupo  de pruebas   con la mosquita de la fruta, conocida como Drosophila Melanogaster. De ahí pudo  finalmente  concluir que los genes, las unidades de la herencia mendeliana, residían en los cromosomas celulares.


Posteriormente, en 1953,   Watson y Crick describieron la estructura en doble espiral del ADN

Y un conjunto de experimentos posteriores dejaron sentado sin ningún genero de duda que los genes son paquetes de información codificada en las bases del ADN, molécula maestra que reside en los cromosomas de las células de los seres vivos.

Con esta información de vital importancia y recogiendo el legado de Darwin, surgiría entonces  una nueva teoría evolutiva que se conoce bajo varias denominaciones: síntesis, síntesis moderna, síntesis evolutiva, síntesis neodarwinista o neodarwinismo. Nosotros la llamaremos llanamente "Teória sintética".

Esta Teoría sintética resulta ser entonces una integración armónica y coherente de la teoría de la evolución por Selección natural, con las evidencias de la genética, a fin de explicar a fondo el mecanismo de transformación de la especies.


Contempla que tres son los motores de los cambios evolutivos:

  1.  Las mutaciones
  2.  Las recombinaciones genéticas
  3.  La Selección natural

Por  mutación  se entiende toda alteración o cambio repentino y al azar del material genético (se estudiará a detalle en otro apartado). La recombinación por su parte se refiere al entrecruzamiento de los cromosomas durante la meiosis y la reproducción sexual para generar individuos que difieran genéticamente de sus progenitores. Y el mecanismo de la Selección natural ya ha sido descrito.



 Ahora bien, para cerrar, volvamos al ejemplo inicial del cuello de la jirafa. ¿Cómo nos explicaría el Neodarwinismo o Teoría sintética el alargamiento presente en los actuales especímenes? La historia podría contarse más o menos en los siguientes términos. 

Inicialmente había una población de ancestros de las jirafas cuyos individuos tenían una variabilidad, la cual era consecuencia de algunas alteraciones espontáneas (mutaciones) en el material genético (ADN) de los animales: unas jirafas presentarían el cuello excepcionalmente largo; otras más  corto, etc . La reproducción sexual  y las recombinaciones sucesivas de este material genético garantizaron que tal diversidad se conservase. Ahora bien, como se supone que en algún momento las condiciones cambiaron y solo aquellas jirafas de cuello largo poseían  una clara ventaja ante las nuevas condiciones, fueron aquellas precisamente  sobre las que la Selección natural actuó para las que lograron conservarse y reproducirse, siendo el resto de ellas tristemente eliminadas. El proceso evolutivo no se pudo frenar, pues nuevas mutaciones originarían otras tantas variaciones poblacionales sobre las cuales podría obrar de nueva cuenta  la Selección natural. Los cambios serían graduales y acumulativos hasta tener los ejemplares de jirafa de gran cuello que hoy observamos.


Finalmente, presta atención al siguiente cuadro comparativo y extrae tus propias conclusiones acerca de los tres enfoques evolutivos que acabas de asimilar en esta sesión. Reconoce las implicaciones de este proceso de transformación , y la relación de este con tu propia existencia.





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